La vida, la falta de tiempo... el olvido... su enfermedad... traslados, cambios de ciudad... Yo ya era mayor y ya no tenia a mi padre, y un día tras 30 años aparecieron los zuecos en casa, tras varios traslados ... allí estaban esperando ser decorados por alguien que ya no estaba...
Alguien me había hablado del Decoupage... así que me armé de valor y esto fué lo que salió...
Os puedo asegurar que la cara del matrimonio el dia que abrieron un regalo y se encontraron con los zuecos ya decorados después de más de 30 años la voy a recordar toda la vida. Artur i Carme... Gràcies.
Así empezó mi historia con el Decoupage...